Formación multidisciplinar en metodología Agile
El curso, impulsado por el área de innovación dirigida por Alfredo Giménez, persigue acelerar la generación de valor y ganar en eficiencia.
En el mundo industrial, las dinámicas y necesidades del mercado evolucionan y cambian cada vez con más frecuencia. Así, por dar respuesta rápida a estos cambios, es como surgieron las metodologías ágiles, que además se llegaron a concretar en El Manifiesto Ágil. Una síntesis conceptual de 4 valores y 12 principios que revolucionaron a principios de los 2000 el modo en el que se gestionaban los proyectos de desarrollo de software.
La metodología Agile es dinámica, se realizan entregas cíclicas y en cada una hay definición de requerimientos, diseño, verificación y entrega. Supone una estructura de trabajo para la gestión de proyectos que prioriza:
- Individuos e interacciones. Valorar más a los individuos y sus interacciones que a los procesos y las herramientas, trata de impulsar la comunicación entre las personas.
- Producto/servicio entregado y funcionando. Valorar más el producto/servicio en funcionamiento que la documentación exhaustiva. Lo que prima es entregar el producto que quiere el cliente por encima de otros trabajos que no se consideran imprescindibles.
- Colaboración vs negociación. Reforzar la colaboración con el cliente, que ellos marquen la dirección en la que se debe orientar el producto/servicio. Es más importante que la negociación contractual.
- Respuesta ante el cambio. Agile permiten que los equipos sean flexibles, que cambien rápido de estrategia sin afectar al producto. Lo más importante es entregar valor al cliente.
En esta primera edición del curso, impartido por Agile Nomad y coordinado por Ana Mª Sánchez, responsable de personas en Factor; han participado 15 personas de diferentes áreas de gestión de la empresa. Entre todos hemos trabajado conceptos como “MINDSET” (VUCA, CYNEFIN y vivir con problemas complejos) y KANBAN (eventos, artefactos y generación de hábitos SCRUM).
Agile es una forma innovadora de gestionar y organizar una industria como la nuestra. Nos ayuda a adaptarnos a las nuevas necesidades y sus entornos cambiantes, y al mismo tiempo, crea una atmósfera de trabajo colaborativa y transparente entre todos los compañer@s.
Gracias a esta formación, ya hemos empezado a abordar proyectos troceándolos en “sprints” que han de completarse y entregarse en pocas semanas. También, nos equivocamos rápido y aprendemos rápido de forma experimental y colectiva. La generación de valor se acelera…